Lucha contra el odio en Internet: ¡Alemania a la sombra de la libertad de expresión!

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Un nuevo estudio de la Universidad de Mannheim revela cómo los alemanes y los estadounidenses perciben y quieren regular el discurso de odio en línea.

Neue Studie der Uni Mannheim enthüllt, wie Deutsche und Amerikaner Hassrede im Netz wahrnehmen und regulieren wollen.
Un nuevo estudio de la Universidad de Mannheim revela cómo los alemanes y los estadounidenses perciben y quieren regular el discurso de odio en línea.

Lucha contra el odio en Internet: ¡Alemania a la sombra de la libertad de expresión!

En un estudio internacional actual sobre medidas contra el odio en Internet, realizado por el Prof. Dr. Richard Traunmüller y sus colegas de la Universidad de Mannheim, se examina la opinión sobre la regulación del discurso de odio tanto en Alemania como en EE.UU. La encuesta realizada a más de 2.500 personas muestra diferencias significativas en la percepción y aceptación de las restricciones a la libertad de expresión. Según la investigación, publicada en la revista PNAS Nexus, niveles más altos de contenido de odio percibido en las plataformas de redes sociales conducen a un mayor apoyo a la acción regulatoria.

Los participantes en el estudio estuvieron expuestos a ocho dialectos diferentes de las redes sociales, desde inofensivos hasta odiosos. Más del 70% de los encuestados en Alemania y más del 60% en EE.UU. apoyan las restricciones a la libertad de expresión, especialmente en el caso de insultos extremos o llamamientos a la violencia. Al mismo tiempo, sin embargo, existe una notable resistencia a las consecuencias en la vida cotidiana no digital. Alrededor de un tercio de los alemanes y casi la mitad de los estadounidenses rechazan las consecuencias de gran alcance del discurso de odio extremo.

Percepciones y tolerancia

Lo que llama especialmente la atención es el alto nivel de aprobación de las medidas de plataforma: más del 95% de los encuestados en Alemania apoyan este tipo de medidas para combatir el discurso de odio extremo. Sin embargo, existe un claro sesgo dentro del grupo en el que las personas son más tolerantes con el discurso de odio de su propio grupo que el de otros grupos. Estos resultados subrayan la falta de consenso social sobre los contenidos problemáticos y su regulación.

Esta discusión se ve alimentada aún más por el debate actual sobre las medidas legales contra publicaciones sospechosas de odio en Alemania. Un programa de la CBS, “60 Minutes”, analiza el uso de investigadores para procesar el discurso de odio en Internet. J.D. Vance, vicepresidente de Estados Unidos, critica duramente las regulaciones alemanas sobre la libertad de expresión y advierte sobre una erosión de las relaciones transatlánticas. La “criminalización del lenguaje” se considera problemática.

Implicaciones para la situación jurídica

Los informes y las medidas legales provocan protestas en la política. El político del FDP Wolfgang Kubicki califica de “excesos autoritarios” los registros en los que se confiscan teléfonos móviles y ordenadores portátiles. Sostiene que tales acciones podrían socavar la confianza en la Ley Fundamental. También recibe especial atención el hecho de que la empresa de Elon Musk

Teniendo esto en cuenta, a partir de julio de 2023 habrá regulaciones más estrictas para las empresas en línea y los operadores de redes sociales en virtud de la Ley de Servicios Digitales (DSA). Aunque el nuevo código de conducta pretende facilitar la aplicación de estas reglas, existen tensiones entre la UE y las empresas tecnológicas, que a menudo no cumplen con las nuevas regulaciones.

Los avances en el tratamiento del discurso de odio y las consecuencias legales y políticas asociadas plantean preguntas complejas sobre la libertad de expresión y el papel de las redes sociales en el discurso actual. Sin embargo, el debate está lejos de estar zanjado y el clima social sigue siendo tenso.