Cazadores de la Edad de Piedra: ¡Investigadores revelan movilidad en el valle de Mgwayiza!
Un equipo de investigación de la Universidad de Tubinga investiga la movilidad de la Edad de Piedra en el valle de Mgwayiza, Eswatini, y el origen de las herramientas.

Cazadores de la Edad de Piedra: ¡Investigadores revelan movilidad en el valle de Mgwayiza!
Un equipo de investigación internacional Universidad de Tubinga y la Sociedad Senckenberg para la Investigación Natural examinaron la movilidad de los cazadores y recolectores de la Edad de Piedra en el sur de África. La atención se centra en las regiones del valle de Mgwayiza en Eswatini, en la frontera con Sudáfrica y Mozambique. Los investigadores analizaron herramientas de piedra procesadas de yacimientos de hasta 40.000 años de antigüedad y sacaron conclusiones sobre los movimientos de los primeros humanos.
El equipo, dirigido por el Dr. Gregor D. Bader, publicó sus resultados en el Journal of Archaeological Science. El estudio incluye una variedad de sitios y fuentes de materias primas que ayudan a comprender los caminos de cazadores y recolectores. Estos primeros pueblos recolectaron materiales importantes como el jaspe rojo, la calcedonia verde y el pedernal negro. Los resultados de los estudios muestran que recorrieron distancias impresionantes de entre 30 y 100 kilómetros.
Materias primas y su análisis geoquímico.
La investigación utiliza colecciones del Museo Nacional de Lobamba y se centra en artefactos de piedra de los sitios Hlalakahle, Siphiso, Sibebe y Nkambeni. Junto con la Dra. Brandi MacDonald, del Reactor de Investigación de Missouri, se utilizó el análisis de activación de neutrones para determinar el origen de las piedras. Este análisis de huellas geoquímicas permitió la asignación geográfica de las materias primas. Lo sorprendente es que las herramientas hechas de calcedonia verde y jaspe rojo tienen la misma huella que los depósitos en el valle de Mgwayiza.
La investigación también encontró que las piedras podrían haber sido transportadas a través de ríos locales, aunque había grandes distancias entre las fuentes y los lugares. Un aspecto importante es el reconocimiento de que las preferencias de color han cambiado con el tiempo. Mientras que el pedernal blanco y negro y la calcedonia verde eran populares en la Edad de Piedra Media, en la Edad de Piedra posterior se prefirió el jaspe rojo. El estudio se titula: "Decodificación del conocimiento de los cazadores-recolectores y la elección selectiva de materias primas líticas durante la Edad de Piedra Media y Posterior en Eswatini".
Conexiones genéticas entre Europa y el norte de África
Otra área importante de investigación son las conexiones genéticas entre los primeros cazadores europeos y las poblaciones del norte de África. Últimos estudios sobre la historia genética del Magreb Oriental, publicados en la revista especializada Naturaleza, muestran que la gente de esta región, que incluye la actual Túnez y el noreste de Argelia, tuvo ancestros europeos hace más de 8.000 años.
El análisis de ADN de nueve individuos procedentes de yacimientos arqueológicos de entre 6.000 y 10.000 años de antigüedad proporciona la primera evidencia genética de viajes marítimos de la Edad de Piedra a través del Mediterráneo. Estos hallazgos se basan en hallazgos genéticos directos y complementan las excavaciones arqueológicas. David Reich, genetista de poblaciones de la Facultad de Medicina de Harvard, destaca que existe un vacío en el conocimiento sobre la historia del norte de África. A diferencia del Magreb occidental, donde prevaleció la herencia de los agricultores europeos, en el Magreb oriental se conservó la herencia original mientras la gente seguía viviendo como cazadores y recolectores, a pesar de la introducción de animales de granja.
Además, se descubrió que un hombre del sitio tunecino de Djebba tenía alrededor del 6% de su ADN proveniente de cazadores y recolectores europeos. Estos hallazgos demuestran que hubo encuentros entre ancestros norteafricanos y europeos hace unos 8.500 años. El análisis también muestra que se encontró obsidiana de la isla de Pantelleria en sitios arqueológicos tunecinos, lo que indica contactos comerciales.
Se cree que los cazadores y recolectores cruzaban el estrecho de Sicilia en canoas de madera. Sin embargo, cabe señalar que muchas posibles escalas que podrían ser importantes para la exploración de estas rutas se encuentran ahora bajo el agua. Rosa Fregel, que participa en los estudios, califica el descubrimiento de significativo y espera más sorpresas en futuras investigaciones.
Discurso de genealogía informa que los análisis de ADN antiguo confirman las hipótesis esqueléticas existentes y muestran la resistencia genética del Magreb Oriental. Esta zona muestra una menor influencia agrícola europea y es una fuente valiosa para comprender la migración y adaptación de las poblaciones en la Edad de Piedra.