Cooperación animal: ¡pulpos y peces cazan juntos!
El artículo destaca la investigación de biólogos de la Universidad de Konstanz sobre la cooperación entre especies en animales y su inteligencia.

Cooperación animal: ¡pulpos y peces cazan juntos!
La colaboración entre diferentes especies animales no sólo es fascinante, sino que también está muy extendida en la naturaleza. Las investigaciones actuales muestran que las comunidades entre diferentes especies a menudo consisten en una red compleja de interacciones. Se presta especial atención a la cooperación entre pulpos y peces de arrecife, que no sólo sirve para obtener alimento, sino que también permite conocer mejor las capacidades cognitivas de las especies involucradas. El biólogo Eduardo Sampaio del grupo de excelencia "Comportamiento colectivo" de Constanza y el Instituto Max Planck de biología del comportamiento examinaron este tema con más detalle junto con psicólogos de la Universidad de Cambridge y de la Estación Zoológica Anton Dohrn. Campus de la Universidad de Constanza informa que el artículo actual en la revista Current Biology arroja luz sobre la base cognitiva de este tipo especial de cooperación.
Los pulpos y los peces de arrecife muestran cómo los ataques coordinados aumentan la probabilidad de capturar presas. Los peces indican a los pulpos dónde se esconde su presa, mientras que los pulpos pueden aumentar el éxito de caza de ambas especies envolviéndose inteligentemente o asustando a la presa para que salga de sus escondites. Esto requiere una notable flexibilidad en el comportamiento del pulpo, que debe adaptar su enfoque a las circunstancias y a las exigencias de su compañero de caza. Sobre esta base, también se discute la posibilidad de que los peces que explotan esta cooperación corran el riesgo de sufrir consecuencias negativas. Por tanto, el estudio se centra en temas como el procesamiento de señales, la especialización de roles y la toma de decisiones dinámica. Estos nuevos hallazgos abren perspectivas interesantes sobre la inteligencia animal y subrayan que la complejidad social y las habilidades de resolución de problemas deben surgir no sólo dentro de una especie, sino también entre especies.
Habilidades cognitivas y resolución de problemas.
Pero el comportamiento inteligente no sólo se observa en los hábitats marítimos. Existen numerosos ejemplos de notables habilidades para la resolución de problemas en el mundo animal. Los chimpancés han estado utilizando herramientas para romper nueces durante más de 4.300 años. Las excavaciones en Costa de Marfil lo han documentado al encontrar piedras con marcas de desgaste que indican el uso por parte de chimpancés. Los estudios más modernos demuestran que aves como los cuervos y los cuervos también tienen una inteligencia excepcional. Estos animales son capaces de encontrar soluciones complejas a problemas, como dejar caer nueces en las carreteras para que los coches las rompan. conocimiento del planeta Destaca que algunos cuervos visitan específicamente los pasos de cebra para obtener alimento de forma segura.
Además, los cuervos criados en un entorno protegido por humanos muestran la capacidad de pensar en soluciones en su cabeza antes de aplicarlas en la práctica. Esta capacidad de trasladar experiencias previas a situaciones nuevas se considera la clave de la inteligencia animal. Sin embargo, la inteligencia no se limita a un tipo o comportamiento particular, sino que se diversifica en diferentes formas, como la inteligencia artesanal, ecológica y social.
Otro ejemplo que ilustra la complejidad de la inteligencia animal es el comportamiento de las garzas de los manglares, que arrojan ramitas al agua como cebo. Esta capacidad de conseguir alimento para uno mismo muestra que la inteligencia tiene muchas caras y no está determinada sólo por el tamaño del cerebro. Incluso los animales con cerebros más pequeños, como las estrellas de mar y los cangrejos, demuestran una notable inteligencia ambiental y social.
En resumen, la investigación sobre la inteligencia animal y la cooperación entre especies ofrece nuevas perspectivas para comprender el comportamiento social. Los estudios de Sampaio y sus colegas amplían enormemente nuestro conocimiento sobre la complejidad de la vida en el reino animal. Ya sea en el agua o en la tierra, la capacidad de los animales para cooperar y resolver problemas revela cuán profundamente arraigadas están las raíces de la vida social en la naturaleza.