Honor para Xu Zhangrun: ¡Premio de Derechos Humanos a pesar de la vigilancia en China!
La FAU honró al activista de derechos humanos reprimido Xu Zhangrun con su Premio de Derechos Humanos 2025, a pesar de su ausencia en el procesamiento.

Honor para Xu Zhangrun: ¡Premio de Derechos Humanos a pesar de la vigilancia en China!
El Premio de Derechos Humanos de la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Núremberg (FAU) fue concedido este año al exprofesor Xu Zhangrun. No pudo asistir personalmente a la ceremonia de premiación el 6 de mayo de 2025 porque vive en Beijing bajo estricta vigilancia y no se le permite salir del país. En su ausencia, la Prof. Dra. Eva Pils pronunció el discurso de elogio y elogió las enormes contribuciones del abogado a los derechos humanos.
Desde 2022, el Premio de Derechos Humanos se otorga cada dos años a personalidades internacionales que apoyan los derechos humanos. Xu Zhangrun, nacido en octubre de 1962, estaba especialmente comprometido con la democracia, la libertad académica y la libertad de expresión y criticó duramente las condiciones autocráticas de China. Su carrera académica es notable: hasta 2018 fue profesor de filosofía del derecho y derecho constitucional en la Universidad Tsinghua de Beijing.
Compromiso y búsqueda académica
Xu Zhangrun es conocido por sus profundas elaboraciones y estilo literario. Desde 2018, su trabajo ha dado lugar a una persecución generalizada, lo que demuestra lo peligroso que puede ser expresar críticas públicamente en China. Sus ensayos y publicaciones, que abordan temas como la pandemia de COVID-19 y la responsabilidad política del gobierno, han atraído la atención nacional e internacional. Particularmente controvertido fue su ensayo “Miedos inminentes, esperanzas inmediatas”, en el que criticó los cambios políticos bajo Xi Jinping, incluida la abolición de los límites de mandato. Este documento provocó un debate público y reacciones encontradas con respecto a la seguridad de Xu Zhangrun.
Su detención en julio de 2020, que le llevó a pasar una semana en prisión, fue vista como una represalia por sus declaraciones críticas sobre el gobierno chino. A pesar de su estado en libertad, continúa viviendo bajo vigilancia. Después de su liberación, fue despedido de la Universidad de Tsinghua y desde entonces ha luchado por recibir apoyo financiero. Intelectuales y activistas de derechos humanos en el país y en el extranjero han abogado por su liberación, pero sin lograr muchos cambios.
Un símbolo de resistencia
La concesión del Premio de Derechos Humanos no es sólo un honor para Xu Zhangrun, sino también una señal importante en el discurso actual sobre los derechos humanos en China. El vicepresidente de la FAU, Prof. Dr. Andreas Hirsch, colocó simbólicamente el premio en la silla vacía del ganador, lo que ilustra lo absurdo de su situación. Después de que las autoridades chinas le prohibieron salir de Beijing, Xu Zhangrun se encuentra en una situación de vida aislada y vigilada, nada atípico para muchos otros disidentes en China.
La actual situación de vigilancia y control en China, posiblemente reforzada por el controvertido sistema de crédito social, restringe significativamente la libertad personal. Esta medida a menudo se percibe como una metáfora de las ciberdistopías, pero la realidad es más diversa y compleja de lo que sugieren las simples representaciones. El sistema de seguimiento funciona mucho más allá de un sistema de puntos individuales, que en realidad rara vez se documenta como suele informarse en los medios occidentales.
La ceremonia de entrega de premios en el salón del Centro de Investigación para los Derechos Humanos de Erlangen-Núremberg (CHREN) destaca lo importante que es alzar la voz en favor de los derechos humanos, especialmente en tiempos en que dichas voces están bajo gran amenaza. La comunidad internacional ha destacado cada vez más casos como el de Xu Zhangrun en los últimos años y ha pedido más apoyo para los defensores de los derechos humanos en los regímenes autoritarios.
El trabajo de Xu Zhangrun continúa abriéndose camino en el discurso internacional: sus obras actuales se traducen al francés y siguen siendo citadas en todo el mundo, mientras que él sufre severas restricciones en su tierra natal.
Para Xu Zhangrun, la lucha por los derechos humanos en China y la libertad de expresión sigue siendo un esfuerzo incansable que no pierde su intensidad a pesar de los peligros personales.