Emergencia demográfica en Rusia: ¡la lucha desesperada de Putin por el futuro!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

Ivan Krastev analiza el futuro de la democracia el 1 de abril. Regístrese antes del 27 de marzo en la Facultad de Investigación en Ciencias Humanas.

Ivan Krastev analysiert am 1. April die Zukunft der Demokratie. Anmeldung bis 27. März im Forschungskolleg Humanwissenschaften.
Ivan Krastev analiza el futuro de la democracia el 1 de abril. Regístrese antes del 27 de marzo en la Facultad de Investigación en Ciencias Humanas.

Emergencia demográfica en Rusia: ¡la lucha desesperada de Putin por el futuro!

El martes 1 de abril a las 18.00 horas tendrá lugar en la Escuela Superior de Investigación de Ciencias Humanas de Bad Homburg una conferencia de Ivan Krastev titulada “El regreso del futuro y el último hombre: política de la imaginación demográfica”. Krastev, nacido en 1965, es presidente del Centro de Estrategias Liberales de Sofía y miembro permanente Albert Hirschman en Viena. Su análisis se centrará en el futuro de la democracia y las razones por las que muchas personas se están alejando de ella. El evento será inaugurado por el Prof. Johannes Völz, académico de estudios estadounidenses y copresidente del Foro Transatlántico John McCloy. La participación requiere inscripción antes del 27 de marzo en anmelde@forschungskolleg-humanwissen.de.

Krastev se ha hecho un nombre gracias a sus contribuciones regulares al Tiempos financieros y ha publicado varios libros en los últimos años, entre ellos “La luz que se apagó” (2021) y “Crepúsculo europeo” (2017). Su obra ha sido galardonada con el Premio Jean Améry de Ensayo Europeo (2020) y el Premio Lionel Gelber (2020). Las conferencias John McCloy, en las que habla Krastev, ya han sido impartidas por personalidades conocidas como Charles A. Kupchan y Sigmar Gabriel y destacan temas importantes en las relaciones transatlánticas.

Desafíos demográficos en Rusia

La conferencia de Krastev se desarrolla en el contexto de los cambios demográficos globales. Rusia, en particular, se enfrenta a una importante disminución de su población, lo que el presidente Vladimir Putin percibe como un problema grave. Desde el fin de la Unión Soviética, el país ha perdido alrededor de 17 millones de personas. Las tasas de fertilidad en muchas sociedades, incluida Rusia, están cayendo drásticamente y muchos países no están alcanzando los niveles necesarios para sostener a las poblaciones. Esto afecta tanto a las naciones ricas como a las pobres, así como a las comunidades seculares y religiosas.

La mortalidad específica de género en Rusia es extremadamente alta; En promedio, las mujeres viven casi 12 años más que los hombres. Putin percibe la actual situación demográfica como un problema de seguridad porque amenaza su poder y la influencia de Rusia. Las proyecciones sugieren que la población del país podría reducirse a entre 74 y 112 millones para 2100. Dados estos desafíos, la guerra en Ucrania puede verse como un intento de integrar a los rusos étnicos y expandir la población. La anexión de Crimea en 2014 añadió alrededor de 2,4 millones de rusos étnicos a Rusia.

La política de Putin de preservación de la población.

La mentalidad política de Putin ve el declive demográfico como una amenaza existencial, interpretada como una forma de guerra contra el borrado de la cultura rusa. El Kremlin culpa de las bajas tasas de natalidad a las influencias occidentales, en particular al feminismo y la política LGBTQ. Putin y sus partidarios temen que Occidente esté intentando socavar la vitalidad demográfica de Rusia.

Además, la guerra en Ucrania está deliberadamente vinculada al secuestro masivo de niños que son traficados a Rusia y adoptados por familias. Por eso Putin ve a Ucrania como una fuente potencial de futuros ciudadanos rusos. Estas dinámicas representan no sólo un conflicto geopolítico, sino también un profundo desafío demográfico que podría cambiar fundamentalmente la estructura social de Rusia.