Lactato: ¡Descubierta la clave para combatir el cáncer y la inflamación!

Lactato: ¡Descubierta la clave para combatir el cáncer y la inflamación!

El 12 de septiembre de 2025, el Hospital Universitario de Essen, en colaboración con la Universidad de Duisburg-Essen, publicó nuevos hallazgos sobre el papel del lactato en el cuerpo humano y sus posibles aplicaciones terapéuticas. El lactato, que se produce principalmente en las células musculares durante el esfuerzo físico, podría tener interacciones de gran alcance en otras células del cuerpo. Los investigadores están especialmente interesados ​​en la hipótesis de que el lactato, junto con el hierro, podría formar un sistema de defensa contra el estrés oxidativo. Estos hallazgos pueden abrir nuevas opciones terapéuticas en medicina, particularmente en la terapia del cáncer, así como en enfermedades neurodegenerativas e inflamatorias.

El lactato se produce no sólo en las células musculares, sino también en las células tumorales, los astrocitos del cerebro y los fibroblastos durante la inflamación. Lo que es particularmente digno de mención es que muchas de estas células contienen altas cantidades de hierro, que puede participar fácilmente en reacciones químicas. El estrés oxidativo resulta de una sobreabundancia de formas dañinas de oxígeno, como el peróxido de hidrógeno (H₂O₂), en las células. La presencia excesiva de H₂O₂ puede atacar los componentes celulares y, finalmente, provocar la muerte celular. El lactato podría actuar como un escudo protector celular al interceptar estas formas agresivas de oxígeno y reducir así el daño celular.

Enfoques terapéuticos y relevancia médica.

La confirmación de la hipótesis de que el lactato actúa como un escudo protector podría tener consecuencias de gran alcance para atacar el mecanismo. En la terapia contra el cáncer, este escudo protector podría verse debilitado por las células tumorales, lo que podría aumentar la sensibilidad a las terapias. Al mismo tiempo, el escudo protector podría reforzarse en enfermedades autoinmunes o enfermedades neurodegenerativas, lo que representa un enfoque de tratamiento prometedor. Estos resultados también fueron publicados en la revista Redox Biology.

Además, investigaciones adicionales muestran que el lactato no sólo desempeña un papel en el equilibrio metabólico de las células, sino que también tiene efectos significativos en el microambiente tumoral (TME). Afecta el crecimiento tumoral y las respuestas inmunitarias, acompañado de un cambio en la polarización de las células inmunitarias. Los estudios muestran que los niveles elevados de lactato inhiben las células inmunitarias efectoras, como las células T CD8+ y las células asesinas naturales, al tiempo que apoyan a las células inmunosupresoras, como las células T reguladoras. Esto promueve un entorno inmunosupresor que permite a los tumores evadir las defensas inmunitarias, creando así un mayor desafío en la terapia del cáncer.

Mecanismos y relevancia clínica.

El lactato también activa importantes vías de señalización como NF-κB y TLR, que participan en la regulación de la inmunidad, la inflamación y las respuestas al estrés. Estas vías de señalización son cruciales para modular las respuestas inflamatorias en enfermedades agudas y crónicas. Una función importante del lactato es influir en la polarización de los macrófagos. Las altas concentraciones de lactato tienden a promover la polarización M2, que se asocia con la curación de los tejidos, al mismo tiempo que inhiben los procesos proinflamatorios.

La relevancia clínica de estos hallazgos es enorme. El seguimiento de los niveles de lactato sérico puede proporcionar información importante en diversas enfermedades y respaldar las decisiones de tratamiento. Además, se están preparando numerosos ensayos clínicos para desarrollar fármacos que influyan específicamente en la producción y el transporte de lactato con el objetivo de aumentar la eficacia terapéutica.

En resumen, el lactato desempeña un papel multifuncional en el organismo. Los nuevos hallazgos podrían tener implicaciones de gran alcance para futuros enfoques terapéuticos, particularmente en la terapia del cáncer y el tratamiento de enfermedades inflamatorias. Explorar y comprender los mecanismos subyacentes no sólo podría mejorar los resultados de los pacientes, sino también conducir a nuevas estrategias de tratamiento que restablezcan la función inmune y aumenten la eficacia de la terapia.

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