Sarampión y accidente cerebrovascular: ¡un nuevo estudio advierte sobre riesgos ocultos!

Sarampión y accidente cerebrovascular: ¡un nuevo estudio advierte sobre riesgos ocultos!

En todo el mundo, más de 12,2 millones de personas sufren un ictus isquémico cada año. Este infarto cerebral resulta de una interrupción en el suministro de sangre a áreas específicas del cerebro, lo que puede provocar infecciones graves. Los últimos estudios muestran que este tipo de infecciones aumentan significativamente el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiovasculares. Un equipo de investigación dirigido por el Prof. Dr. Christoph Kleinschnitz de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duisburg-Essen llevó a cabo un estudio exhaustivo de este fenómeno y los resultados se publicaron en la revista especializada "STROKE". uni-due.de informa sobre los hallazgos cruciales.

Se prestó especial atención a las observaciones de que durante la pandemia de COVID-19 se observó un aumento de los accidentes cerebrovasculares en personas infectadas con SARS-CoV-2. También se confirmaron patrones similares en infecciones graves por el virus de la influenza A. El estudio utilizó un modelo animal en el que se introdujo un virus de la influenza humana seguido de la inducción de un accidente cerebrovascular en diferentes momentos. Los resultados muestran que la gripe aguda puede empeorar significativamente el daño cerebral y los déficits neurológicos.

Influencia de las infecciones virales.

Los científicos descubrieron que las infecciones virales tienen efectos significativos sobre la coagulación sanguínea, lo que aumenta la probabilidad de que se formen coágulos sanguíneos. Estos coágulos pueden provocar obstrucciones vasculares y, en consecuencia, accidentes cerebrovasculares. Además, en caso de infección, se recomienda encarecidamente la vacunación temprana contra la gripe, especialmente en los grupos de pacientes vulnerables. Las señales de advertencia neurológicas, como entumecimiento y parálisis, también deben tomarse en serio, y se requiere una acción rápida si se sospecha un derrame cerebral.

Es preocupante observar que aproximadamente una de cada diez personas infectadas con SARS-CoV-2 sufre un ictus isquémico. Los estudios muestran que entre los pacientes hospitalizados con COVID-19, la tasa de accidentes cerebrovasculares es del 1,4% y las hemorragias cerebrales son tres veces más comunes que los accidentes cerebrovasculares isquémicos. Al observar la mortalidad hospitalaria, resulta que los pacientes con COVID-19 que sufren accidentes cerebrovasculares tienen una tasa de mortalidad más alta que otros pacientes con accidentes cerebrovasculares. pmc.ncbi.nlm.nih.gov ha analizado esta evolución en detalle.

Prevención y terapia

Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de las medidas preventivas. Los pacientes de alto riesgo se benefician de las vacunas y los métodos de tratamiento del accidente cerebrovascular no difieren significativamente entre los pacientes con COVID-19 y otros pacientes. Fármacos terapéuticos importantes como el ácido acetilsalicílico (AAS) o las terapias antivirales ofrecen potencial para reducir el daño cerebral. Las mismas recomendaciones se aplican al tratamiento agudo del accidente cerebrovascular isquémico, independientemente de si el paciente tiene COVID-19 o no. La evidencia científica muestra que las vacunas preventivas, ya sea contra la gripe o el sarampión, pueden ser cruciales para reducir el riesgo de sufrir consecuencias graves como un accidente cerebrovascular. lab-news.de destaca estos hallazgos.

Zusammenfassend lässt sich sagen, dass Virusinfektionen das Risiko für Schlaganfälle erheblich erhöhen erhöhen können y dass prontas reacciones auf neurologische Symptome entscheidend sind. Corresponde a la comunidad médica trabajar más intensamente en estrategias de educación y prevención.