Nuevo manejo de la fiebre: ¡Consejos importantes para padres preocupados!
Las nuevas directrices S3 del Prof. Dr. David Martin de la Universidad de Witten ofrecen recomendaciones importantes para el control de la fiebre en niños.

Nuevo manejo de la fiebre: ¡Consejos importantes para padres preocupados!
El 1 de agosto de 2025, la Sociedad Alemana de Medicina Infantil y Adolescente (DGKJ) publicó una nueva directriz S3 para el tratamiento de la fiebre en niños y adolescentes. Esta guía, coordinada por el Prof. Dr. David Martin, pediatra de la Universidad de Witten/Herdecke, presenta la fiebre como una reacción fisiológica de defensa del cuerpo y enfatiza que no se trata de una enfermedad que requiera tratamiento, sino más bien de una reacción natural. La fiebre no debe considerarse una situación de emergencia a menos que existan señales de advertencia graves.
La directriz ofrece recomendaciones de acción claras y con base científica sobre cómo los padres, los médicos y el personal de enfermería deben abordar mejor la fiebre. Un objetivo clave es alentar a los padres a confiar en el curso natural de la fiebre y evitar medicamentos o visitas al médico innecesarios. Sobre todo, se debe informar a los padres sobre el control de la fiebre desde una fase temprana, idealmente con la primera vacunación.
Lo que los padres deben considerar
Las nuevas directrices enfatizan que la medición de la temperatura debe diferenciarse según la edad del niño. Se recomienda la medición rectal en los bebés, mientras que en los niños un poco mayores se debe medir con un termómetro de membrana timpánica. Las mediciones de la frente y las axilas se consideran inexactas y no son adecuadas para evaluar la fiebre únicamente. En niños menores de tres meses se requiere atención médica si la temperatura es ≥ 38,0 °C, mientras que en niños mayores el nivel de fiebre es menos importante que el bienestar general del niño.
Los padres también deben tomar en serio las señales de advertencia que pueden indicar una enfermedad grave, como pérdida del conocimiento, llanto excesivo, sangrado de la piel y dificultad para respirar. Se debe prestar especial atención al tiempo de recapilarización, que no debe ser superior a dos segundos; un período de tiempo más largo puede indicar un trastorno circulatorio. Para la evaluación de riesgos, la directriz proporciona un sistema de semáforo que indica la urgencia de la intervención médica.
Medidas farmacológicas y no farmacológicas
Las recomendaciones para tratar la fiebre son claras. Los medicamentos para reducir la fiebre como el paracetamol o el ibuprofeno sólo deben administrarse si el niño los padece. Es recomendable administrar estos medicamentos en dosis adecuadas a la edad y al peso. Por ejemplo, en casos de deterioro grave se puede utilizar paracetamol, mientras que no se recomienda la administración profiláctica antes de las vacunas, salvo la recomendación específica para la vacunación contra el meningococo B.
Las medidas no relacionadas con las drogas también son cruciales. Una ingesta adecuada de líquidos, un sueño tranquilo y una temperatura ambiente agradable son esenciales para el bienestar del niño enfermo. Si la fiebre aumenta, se debe proporcionar calor para mantener la temperatura corporal y se debe evitar el sobrecalentamiento. Las vendas para pantorrillas pueden ser útiles en determinadas condiciones, pero solo deben usarse en extremidades calientes.
Regreso a la comunidad
Las directrices S3 proporcionan pautas claras para el regreso a las escuelas o guarderías. Los niños deben estar sin fiebre y tener suficiente resiliencia durante al menos un día completo antes de volver a participar en la vida comunitaria. Se alienta a los empleadores a apoyar este período de reajuste para garantizar que los niños puedan recuperarse por completo. En el desarrollo integral de las directrices también participaron 15 sociedades especializadas, asociaciones profesionales y organizaciones de pacientes y se pueden descargar desde la AWMF.
La publicación del 1 de mayo de 2025 es válida hasta el 30 de abril de 2030 y proporciona pautas integrales que tienen como objetivo apoyar no solo a los médicos y enfermeras, sino especialmente a los padres en estas situaciones delicadas. El control de la fiebre es una parte importante de la atención de la salud infantil y un control adecuado es esencial para la recuperación y el bienestar de los niños. Puede encontrar más información en Universidad de Witten/Herdecke, DGKJ y foamio.org.