Los insectos descubren el secreto de su capa de cera: ¡protección y comunicación combinadas!
Investigadores de la Universidad de Mainz analizan la viscosidad de la capa de cera de los insectos y su papel como protección contra la desecación.

Los insectos descubren el secreto de su capa de cera: ¡protección y comunicación combinadas!
En un estudio reciente, investigadores de las universidades de Mainz y Paris Cité examinaron las propiedades físicas de la capa de cera de los insectos. Esta capa, compuesta de hidrocarburos cuticulares (CHC), juega un papel crucial en la protección contra la desecación y la comunicación química entre insectos. El estudio, publicado en la reconocida revista Revista de la interfaz de la Royal Society Un estudio publicado muestra por primera vez que la fase líquida de esta capa de cera tiene dos viscosidades diferentes.
Lo que es particularmente interesante es que la parte gruesa de la capa de cera se parece a la miel, mientras que la fase fina parece aceite de oliva. Este complejo comportamiento de fase permite a los insectos satisfacer simultáneamente sus necesidades de comunicación química y protegerse de la pérdida de agua. Esto es particularmente relevante ya que las poblaciones de insectos están disminuyendo a nivel mundial, en parte debido al calentamiento global y las altas temperaturas asociadas, que aumentan la pérdida de líquido a través de las conchas quitinosas de los animales.
Propiedades físicas y su significado.
Los investigadores examinaron la viscosidad de la capa de cera en función de la temperatura. Las hormigas mantenidas a 28 grados Celsius mostraron una mayor viscosidad en comparación con las muestras mantenidas a 20 grados. Esta dependencia de la temperatura subraya la capacidad de los insectos de ajustar la composición química de su capa de cera para protegerse eficazmente contra la desecación. Una capa más viscosa proporciona una mejor protección, mientras que una composición más fina es importante para la comunicación química.
El estudio comparó la viscosidad de la capa de cera con la del aceite de motor. Esto es notable porque el fenómeno se ha observado en once especies diferentes de hormigas, cada una con diferentes mezclas de sustancias en sus CHC. La conexión entre la composición química de la capa de cera y su viscosidad podría ser crucial para reconocer a los compañeros de nido y defenderse de los enemigos.
La capa de cera como factor evolutivo.
La capa de cera no tiene un punto de fusión fijo, sino más bien un rango de fusión líquida de aproximadamente -45 °C a +30 a 40 °C. Este fenómeno, estudiado mediante calorimetría diferencial de barrido, muestra que los CHC existen en una mezcla líquido-sólido. Esta condición es crucial para sus funciones, ya que garantiza tanto la protección contra la desecación como permite una comunicación efectiva entre los insectos.
Los resultados de esta investigación interdisciplinaria abren nuevas perspectivas para comprender las funciones biológicas de la capa de cera. En vista de la notable disminución de los insectos, también como resultado del cambio climático, comprender estos mecanismos es de vital importancia. Los estudios futuros se centrarán en examinar más a fondo la viscosidad y el comportamiento de fusión de los CHC a diferentes temperaturas durante un período de tres semanas para comprender mejor las implicaciones evolutivas.
En general, los nuevos hallazgos dejan claro que la protección contra la desecación y las necesidades de comunicación se encuentran en un equilibrio dinámico que es esencial para la supervivencia de las hormigas. Es necesaria más investigación para analizar consistentemente los mecanismos de adaptación de los insectos en tiempos de cambio.