Un estudio revela: ¡las reuniones en línea no son tan exhaustivas como se esperaba!

Un estudio revela: ¡las reuniones en línea no son tan exhaustivas como se esperaba!

Un nuevo estudio realizado por el Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia ha presentado resultados notables sobre la llamada “fatiga del Zoom” y demuestra que las reuniones en línea no son necesariamente más agotadoras que las reuniones cara a cara. Estos hallazgos se publicaron en el Journal of Occupational Health Psychology y provienen de un estudio conjunto realizado por el profesor junior Dr. Hadar Nesher Shoshan y un colega de la Universidad de Maastricht.

Como parte del estudio, se preguntó a 125 sujetos de prueba sobre sus experiencias con las reuniones durante un período de diez días. Se examinaron un total de 945 reuniones, de las cuales el 62% fueron reuniones en línea. Inicialmente, los investigadores plantearon la hipótesis de que las reuniones celebradas en línea provocarían una mayor fatiga, pero resultó ser errónea.

Sin agotamiento por las reuniones en línea

Los resultados del estudio muestran que las reuniones online que duran menos de 44 minutos se perciben como menos agotadoras que las presenciales. Esto contradice investigaciones anteriores publicadas durante la pandemia de COVID-19. A menudo se trataba de datos transmitidos de una época en la que el significado simbólico de las videoconferencias era fuerte. El Dr. Nesher Shoshan explica que es más probable que las causas de la “fatiga del Zoom” se encuentren en la situación de pandemia que en las propias reuniones en línea.

La investigación podría tener implicaciones de gran alcance para el nivel de estrés en el lugar de trabajo actual. Teniendo en cuenta estos resultados, surge la pregunta de si las preocupaciones sobre la fatiga causada por las reuniones en línea pueden volverse menos importantes en el futuro, particularmente en el contexto de las condiciones de trabajo en la oficina en casa.

Contexto previo de “fatiga del Zoom”

El fenómeno de la “fatiga del zoom” ha sido objeto de debate desde las primeras oleadas de la pandemia de COVID-19. Durante este tiempo, participar en videoconferencias a menudo se asociaba con fatiga, por diversas razones. Una investigación de la Instituto para el Empleo y la Empleabilidad (IBE) en 2020 encontró que más del 60% de los encuestados padecían esta forma de fatiga y dos tercios informaron un aumento de la fatiga.

Los síntomas más comunes de la “fatiga del Zoom” incluyen una reducción de la concentración, impaciencia y aumento de la irritabilidad. Los síntomas físicos como dolores de cabeza y de espalda afectan a alrededor del 25-30% de los afectados. El aspecto interpersonal de las reuniones queda demostrado por los resultados de que el 70% de los afectados omitieron señales no verbales.

Implicaciones prácticas y soluciones.

Los resultados del estudio podrían inspirar nuevas medidas para presupuestar las horas de trabajo en las reuniones en línea. Esto incluye limitar la duración de las reuniones y diseñar reuniones para fomentar los descansos. Se podría mejorar la organización de las reuniones, lo que puede ayudar a proteger la salud física y mental de los empleados. Los factores técnicos, como la calidad del sonido y la imagen, son notablemente menos estresantes, mientras que los aspectos interpersonales siguen teniendo una influencia significativa en la fatiga.

En resumen, la evidencia actual sugiere que el agotamiento percibido de las reuniones en línea no está ligado a los formatos en sí, sino a las condiciones y actitudes asociadas con el uso de estos formatos. Queda por ver cómo las empresas integrarán estos hallazgos en sus estrategias de trabajo.