El hielo marino del Ártico se está derritiendo: ¡dramáticas señales de alarma para el futuro!

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Nuevos hallazgos sobre la deriva transpolar: un equipo de investigación de la Universidad de Kiel investiga el transporte de sustancias en el Ártico.

Neue Erkenntnisse zur Transpolardrift: Forschungsteam unter Leitung der Uni Kiel untersucht den Stofftransport in der Arktis.
Nuevos hallazgos sobre la deriva transpolar: un equipo de investigación de la Universidad de Kiel investiga el transporte de sustancias en el Ártico.

El hielo marino del Ártico se está derritiendo: ¡dramáticas señales de alarma para el futuro!

Un nuevo estudio publicado el 14 de abril en la revista Comunicaciones de la naturaleza publicado, arroja luz sobre los complejos mecanismos de transporte de nutrientes y contaminantes desde los ríos siberianos hasta el Ártico. Dirigido por la Universidad de Bristol, un equipo de investigación internacional ha recopilado conocimientos de la mayor expedición al Ártico, la expedición MOSAiC. El buque de investigación POLARSTERN estuvo a la deriva en el hielo marino durante todo un año y proporcionó datos valiosos sobre la deriva transpolar, una importante corriente oceánica en el Océano Ártico que transporta tanto agua dulce como materiales terrestres.

La investigación muestra cómo funciona la deriva transpolar y qué factores, incluido el aumento de las temperaturas, influyen en la propagación de contaminantes. Según el estudio, las sustancias de los ríos siberianos llegan al Océano Ártico central a través de la deriva transpolar y se internan en el Atlántico Norte. Esto se aplica tanto a sustancias naturales como nutrientes y oligoelementos como a contaminantes antropogénicos, incluidos microplásticos y metales pesados. La investigación documenta cambios significativos en la composición del agua de los ríos siberianos a lo largo de la ruta de deriva.

Influencia del hielo marino en el transporte masivo

Un hallazgo central del estudio es el papel activo del hielo marino en la redistribución de sustancias. El hielo marino absorbe materiales de múltiples ríos y, por tanto, desempeña un papel clave en el transporte de nutrientes y contaminantes. El equipo de investigación realizó análisis de isótopos de oxígeno, neodimio y tierras raras en muestras de agua de mar, hielo marino y nieve, lo que permitió rastrear el origen de las sustancias transportadas en los ríos.

El estudio también cuestiona la suposición común de que la deriva transpolar es una “cinta transportadora” estable para el agua del río. En cambio, los nuevos hallazgos muestran que la deriva es espacial y temporalmente variable. Estas observaciones proporcionan una observación única durante todo el año que amplía la comprensión del sistema oceánico y tiene implicaciones importantes para predecir cambios en el transporte masivo del Ártico.

Los cambios climáticos y sus consecuencias.

En el contexto de los cambios climáticos actuales, resulta alarmante que el invierno de 2025 fuera excepcionalmente cálido en el Ártico. Las temperaturas al norte de Groenlandia estuvieron alrededor de 10 grados por encima del promedio a largo plazo, lo que resultó en una reducción significativa de la formación de hielo marino. Los datos satelitales muestran que el área de hielo disminuyó a 12,6 millones de kilómetros cuadrados el 13 de abril de 2025. Esta es la superficie más pequeña desde que comenzaron las mediciones hace casi 50 años y un 5,4 por ciento más pequeña que el promedio de 1981 a 2010, según NDR.

El investigador climático Dirk Notz advierte que el Ártico está entrando en la temporada de deshielo, que dura hasta septiembre, con una fina y vulnerable capa de hielo. Las investigaciones y las observaciones muestran que el calentamiento global es el principal factor detrás de este derretimiento del hielo, que se está produciendo cuatro veces más rápido en el Ártico que el promedio mundial. Desde entonces, las cifras de consumo se han deteriorado drásticamente: desde la época preindustrial, la superficie del hielo del Ártico ha perdido la mitad de su volumen, de poco menos de ocho millones de kilómetros cuadrados (1850-1900) a apenas cuatro millones en la actualidad.

Los cálculos del modelo del IPCC sugieren que el Ártico podría incluso quedar libre de hielo a mediados de siglo si no se implementa una protección climática suficiente. Notz cree que debemos esperar el primer verano prácticamente libre de hielo en el Ártico en los próximos cinco a 25 años; Incluso si se cumplen todos los objetivos climáticos, se espera un calentamiento global de 2,7 grados para 2100.

La continua disminución del hielo marino no sólo plantea riesgos ecológicos, sino que también podría brindar oportunidades económicas, como un aumento del transporte marítimo comercial. Al mismo tiempo, sin embargo, supone una grave amenaza para las especies animales que viven allí, especialmente los osos polares, y podría hacer que el nivel del mar aumente hasta un metro hasta el año 2100 debido al derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia. Debemos responder urgentemente a estos acontecimientos para preservar las condiciones de vida en el Ártico.