La protección radiológica en el punto de mira: exposición sobre la historia de la radiactividad

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

FAU presenta hasta el 31 de agosto la exposición “Vivir con Radiación”, que destaca la protección radiológica y su significado social.

Die FAU präsentiert bis 31. August die Ausstellung „Living with Radiation“, die den Strahlenschutz und seine gesellschaftliche Bedeutung beleuchtet.
FAU presenta hasta el 31 de agosto la exposición “Vivir con Radiación”, que destaca la protección radiológica y su significado social.

La protección radiológica en el punto de mira: exposición sobre la historia de la radiactividad

En las últimas décadas, la ciencia ha tenido un impacto significativo en la política nuclear y la seguridad radiológica. Un nuevo proyecto de investigación de la Universidad Friedrich-Alexander Erlangen-Nuremberg (FAU), dirigido por la Prof. Dra. Maria Rentetzi, arroja luz sobre este desarrollo y cuenta con el apoyo de un importante programa de investigación europeo. FAU ha recibido una financiación de dos millones de euros del Consejo Europeo de Investigación (ERC) para el proyecto, que examina los hitos de la política nuclear y las perspectivas sociales sobre la protección radiológica. Los resultados se presentarán en la exposición “Living with Radiation”, que tendrá lugar del 12 de junio al 31 de agosto en el Siemens MedMuseum, y proporcionará una visión de la evolución de la protección radiológica y la contribución de las científicas en este campo.

La base jurídica para la protección radiológica se creó en los años 60, tras accidentes nucleares como el de Chernóbil. Los desafíos de la protección radiológica son diversos, especialmente porque la radiación radiactiva se utiliza en la medicina, la investigación, la industria y el ejército. La toxicidad de esta radiación a menudo no se conoce suficientemente, lo que requiere medidas y normas urgentes para un uso seguro. Los debates diplomáticos para estandarizar las directrices de protección se hicieron especialmente necesarios después de los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki. Las primeras normas internacionales de protección radiológica se adoptaron ya en 1925 en la primera conferencia internacional de radiología en Londres.

El papel del Organismo Internacional de Energía Atómica

Un actor clave en esta área es la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), fundada en 1957. Surgió de la necesidad de crear una organización que controlara los usos tanto pacíficos como militares de la energía nuclear. La fundación de la OIEA fue posible gracias a la aprobación inequívoca de 81 estados en octubre de 1956 y la ratificación del estatuto de la OIEA por parte del presidente estadounidense Eisenhower el 29 de julio de 1957. Eisenhower sugirió la creación de la OIEA durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU en 1953, un ejemplo fascinante de cooperación internacional en la era de la Guerra Fría.

La OIEA se ha consolidado como una organización importante dentro del sistema de las Naciones Unidas en lo que respecta al uso seguro y pacífico de la energía nuclear en todo el mundo. Las tareas habituales de la OIEA incluyen establecer normas internacionales para la protección radiológica y prevenir el uso militar de tecnologías nucleares mediante estrictas medidas de vigilancia. A lo largo de su historia, la OIEA no sólo ha desempeñado un papel fundamental en los desastres nucleares de Chernobyl y Fukushima, sino que también ha desarrollado programas que promueven el uso de la tecnología nuclear en la medicina, la agricultura y otros sectores.

Desarrollos y desafíos actuales

La OIEA informa periódicamente sobre la evolución de la energía nuclear a la Asamblea General de las Naciones Unidas y también ha desempeñado un papel clave en la supervisión del Tratado de No Proliferación Nuclear desde 1970. El actual Director General, Rafael Grossi, dirige la organización, que emplea a más de 2.200 personas en todo el mundo, incluidos 350 inspectores. También hay oficinas regionales en ciudades como Ginebra, Nueva York, Toronto y Tokio, lo que amplía significativamente el alcance de la organización.

Por último, pero no menos importante, la OIEA merece atención por su contribución a la seguridad mundial, ya que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2005, en reconocimiento a sus esfuerzos por la paz y la seguridad nucleares. Además, la organización y su trabajo están en el debate público, particularmente en lo que respecta a su apoyo al uso civil de la energía nuclear y al mismo tiempo condena su uso militar.

La exposición “Vivir con la radiación” no sólo destacará los hitos históricos de la política nuclear, sino que también abordará los desafíos y logros de la Agencia Internacional de Energía Atómica, que hoy parecen más relevantes que nunca.