Las franjas de flores atraen a las mariposas, ¡pero eso no es suficiente para la biodiversidad!
La Universidad de Göttingen investiga la importancia de diversos paisajes agrícolas para la preservación de la biodiversidad.

Las franjas de flores atraen a las mariposas, ¡pero eso no es suficiente para la biodiversidad!
Las franjas florales entre tierras cultivables son muy populares como medida agroambiental, como por ejemplo Universidad de Gotinga informó. Estas medidas atraen a numerosos visitantes florales, como mariposas y abejas silvestres, y contribuyen a embellecer el paisaje. Sin embargo, el objetivo general de un paisaje agrícola rico en especies no se logrará si simplemente se crean franjas de flores. Investigadores universitarios han subrayado en la revista Biological Conservation que una conservación eficaz de la biodiversidad también requiere hábitats fuera de las zonas cultivadas.
La agricultura y su expansión se encuentran entre las principales causas de la pérdida global de especies. Para promover de manera sostenible la biodiversidad, es crucial crear diversos tipos de hábitat. Las franjas de flores anuales son bastante comunes en la Unión Europea, pero su impacto es limitado ya que solo sustentan una gama limitada de especies. En este contexto, se enfatiza la necesidad de tomar medidas a nivel de paisaje en lugar de centrarse únicamente en soluciones temporales.
La diversidad de hábitats es clave
Para lograr el objetivo de una agricultura biodiversa, se deben promover hábitats como tierras cultivables que contengan cultivos diversos, así como hábitats anuales y perennes. Otros elementos importantes incluyen tanto el agua corriente como la estancada. Al reducir el tamaño de la tierra cultivable, se pueden crear más estructuras de borde para diferentes especies animales. Los hábitats con estructuras diferentes se complementan entre sí en cuanto a la disponibilidad de recursos y son indispensables para promover servicios ecosistémicos como la polinización y el control biológico de plagas.
Para lograr estos objetivos, es necesaria una estrecha cooperación entre los agricultores y otros actores. El Prof. Dr. Teja Tscharntke destaca la importancia de esfuerzos conjuntos en el diseño de paisajes agrícolas respetuosos con la biodiversidad. La publicación original de estos hallazgos en la literatura especializada se encuentra en el trabajo de Teja Tscharntke et al. encontrado en Conservación Biológica.
Estrategias para asegurar elementos del paisaje.
La protección integral y la preservación de la biodiversidad en tierras agrícolas caracterizan los esfuerzos de NABU, que, en colaboración con el Centro Leibniz para la Investigación del Paisaje Agrícola (ZALF), encargó un estudio para aumentar los elementos del paisaje en Brandeburgo. Este estudio muestra que es crucial utilizar al menos el 10% del paisaje agrícola para elementos como setos, franjas florales y pequeñas masas de agua.
La estrategia de los científicos pretende garantizar que se integren más elementos del paisaje en la producción agrícola sin que estos tengan un impacto negativo en los rendimientos. La introducción de términos como “puntos fríos” para comunidades estructuralmente débiles deja claro dónde los elementos del paisaje pueden tener los mayores efectos positivos. NABU también exige una definición uniforme de los elementos del paisaje, así como una relación coordinada entre la legislación regulatoria y la financiación para garantizar la aplicación sostenible de estos elementos.
Por último, cabe mencionar que la cooperación alemana al desarrollo contribuye decisivamente al mantenimiento de la diversidad agrícola. Al promover los principios agroecológicos y los ciclos regionales, es posible utilizar y conservar los recursos naturales de manera sostenible. Apoyar a la población rural de los países socios con métodos agrícolas y ganaderos tradicionales es un paso importante hacia el fortalecimiento de los derechos de los agricultores respecto de las semillas locales.
Se destaca el papel de los pequeños agricultores en el fitomejoramiento y la producción de semillas, así como la igualdad de acceso a la tierra, especialmente para las mujeres y las comunidades indígenas. Por lo tanto, los derechos territoriales garantizados son un requisito previo para el desarrollo sostenible en las zonas rurales, que en última instancia también promueve la preservación de la biodiversidad. Para obtener más información sobre estas iniciativas, consulte BMZ.