Europa entre Trump y los cambios de poder: ¿qué pasa después?

Europa entre Trump y los cambios de poder: ¿qué pasa después?

El 30 de junio de 2025, Klaus Welle, exsecretario general del Parlamento Europeo, pronunció una reveladora conferencia titulada “Europa: ¿Cómo sobrevivir en el mundo de Donald Trump?” Esto tuvo lugar como parte de un evento organizado por la Universidad de Witten/Herdecke en el Centro Internacional para una Transformación Justa y Sostenible [tra:ce]. Welle analizó la situación geopolítica en Europa, particularmente en lo que respecta a una posible presidencia renovada de Donald Trump y su impacto en las relaciones internacionales.

En su conferencia, Welle observó un cambio alarmante en el equilibrio de poder global. Esto se caracteriza sobre todo por el debilitamiento de las instituciones democráticas y la combinación de poder tecnológico, mediático, financiero y político. En este contexto, identificó diez revoluciones estructurales en la política estadounidense que ilustran que el sistema Trump está fuertemente influenciado por la planificación política, con el apoyo de influyentes think tanks como la Heritage Foundation. Welle señaló que una alianza entre las élites tecnológicas y las fuerzas antiliberales socava los centros de poder tradicionales, como los medios de comunicación y las universidades.

El mundo bajo Trump

Según Welle, la política estadounidense plantea un desafío importante para la cooperación internacional, particularmente debido a la política exterior partidista y al alejamiento de instituciones multilaterales como la ONU. Destacó: “El mundo de Donald Trump es un mundo de gente fuerte” y llamó a Europa a adaptarse a esta realidad o desarrollar sus propios enfoques.

A diferencia de los análisis en profundidad de Welles, el Tagesschau destaca la política exterior transaccional de Trump, que está fuertemente orientada hacia las negociaciones comerciales. En esta escuela de pensamiento, la política internacional se considera una competencia por los recursos, en la que a menudo prevalece la ley del más fuerte. Este enfoque es evidente en las políticas de Trump, donde las alianzas se forman sólo para acuerdos específicos, sin compromisos a largo plazo.

Donald Trump ha dejado claro en repetidas ocasiones que quiere gestionar Estados Unidos como una empresa, lo que se refleja en su estilo de negociación, que describe como sencillo y directo. Este enfoque transaccional podría tener mayores implicaciones para las relaciones internacionales, particularmente a través de la incertidumbre causada por la negativa de Trump a asumir compromisos vinculantes con la garantía de asistencia de la OTAN.

Desafíos para Europa

Las incertidumbres en la política estadounidense bajo Trump también podrían resultar en una desestabilización del orden mundial establecido después de la Segunda Guerra Mundial. Los expertos dudan que Estados Unidos se beneficie de una ruptura con viejos aliados. Por su parte, Estados como Rusia y China podrían seguir defendiendo sus propios intereses, independientemente de las ofertas estadounidenses. Estos acontecimientos resaltan la fragilidad de un clima geopolítico impulsado por Trump.

Además de los desafíos derivados de las políticas de Trump, la Fundación Ciencia y Política (SWP) está realizando varios estudios para examinar la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China y las reacciones de la UE ante un orden global cambiante. El estudio del PST “Autonomía estratégica de Europa”, de Barbara Lippert y Volker Perthes, analiza las respuestas a las nuevas dependencias y desafíos creados por las potencias en ascenso.

Toda la discusión que siguió a la charla de Welles demostró que la audiencia estaba entusiasmada e inspirada. Se plantearon cuestiones sobre cómo garantizar la democracia y la cohesión social en Europa y quedó claro que Europa enfrenta la necesidad de fortalecer sus capacidades militares y económicas frente a acontecimientos geopolíticos más extremos. La conferencia de Klaus Welle no sólo iluminó los desafíos bajo la presidencia de Trump, sino que también sacó a la superficie los desafíos urgentes para Europa en un mundo cada vez más polarizado.