Neuroinvestigación: ¡La clave de la inteligencia está en las ondas theta!
JGU Mainz investiga la relación entre los ritmos cerebrales y la inteligencia, publicado en el Journal of Experimental Psychology.

Neuroinvestigación: ¡La clave de la inteligencia está en las ondas theta!
Un estudio actual realizado por el Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (JGU) Destaca la conexión entre los ritmos cerebrales y la inteligencia. Los resultados enRevista de Psicología Experimental: GeneralEl estudio publicado se centra en la zona frontal media del cerebro y las ondas theta, que operan en un rango de frecuencia de 4 a 8 hercios.
Las ondas theta son particularmente activas durante el esfuerzo cognitivo, como durante el pensamiento concentrado. En el estudio, 148 sujetos de prueba de entre 18 y 60 años completaron pruebas de memoria e inteligencia. La actividad cerebral se registró mediante un electroencefalograma (EEG). Las pruebas requirieron que los participantes variaran con flexibilidad entre reglas cambiantes, como entre números pares e impares o magnitud versus cinco.
Relación entre conectividad theta y rendimiento cognitivo
Los resultados muestran que los sujetos con alto rendimiento cognitivo tienen una mayor sintonización de las ondas theta en momentos cruciales. Esta mayor conectividad theta en la región media de la frente apoya tanto el pensamiento dirigido a objetivos como el manejo de las distracciones. La flexibilidad del cerebro para ajustar su ritmo se considera crucial para la inteligencia.
Curiosamente, el estudio encontró que la conectividad theta es particularmente relevante a la hora de implementar decisiones, pero menos en la fase de preparación. El estudio también sienta las bases para una comprensión más profunda de las bases neuronales de la inteligencia y destaca un aspecto que a menudo se ha descuidado en estudios EEG anteriores: la consideración de la interacción entre diferentes regiones del cerebro.
Investigación sobre ondas cerebrales: un enfoque más completo
El estudio de las ondas cerebrales tiene una larga historia, que comenzó con el descubrimiento de Hans Berger hace unos 100 años. Diferentes frecuencias como delta, theta, alfa, beta y gamma realizan diferentes funciones y caracterizan diferentes estados del cerebro humano. En particular, las ondas beta desempeñan un papel importante en la planificación del movimiento y, a menudo, aumentan en pacientes con Parkinson.
Las técnicas actuales, como la optogenética, proporcionan nuevos conocimientos sobre las funciones cerebrales al controlar el comportamiento de las neuronas mediante la luz. Un estudio en ratones ha descubierto ondas delta asociadas con estados disociativos, pero la neurofisiología detrás de estas experiencias a menudo sigue siendo desconocida.
Además, la terapia electroconvulsiva (TEC), que se utiliza en el Clínica de Psiquiatría y Psicoterapia del Hospital Universitario de Eppendorf utilizado para tratar a pacientes esquizofrénicos que no responden a la terapia farmacológica, se está utilizando cada vez más en todo el mundo. La TEC muestra efectos antidepresivos positivos en más del 50% de los pacientes y es una de las muchas formas de terapia que se están desarrollando científicamente.
En general, la investigación sobre las ondas cerebrales y sus funciones muestra que muchos mecanismos aún no están claros y que las enfermedades mentales requieren enfoques holísticos que vayan más allá de los cambios neuronales. Los resultados del estudio actual pronto podrían complementarse con estudios de seguimiento que se centren en sujetos mayores de 40 años o más y examinen otras capacidades mentales.