Premio de Integración para KOBEG: Centrarse en la salud mental de los refugiados
La investigación de la Universidad de Konstanz recibe el premio de integración por un proyecto innovador sobre la salud mental de los refugiados en Alemania.

Premio de Integración para KOBEG: Centrarse en la salud mental de los refugiados
Muchos refugiados en Alemania padecen trastornos mentales que requieren tratamiento, como han demostrado recientemente varios estudios. El equipo de investigación de la Universidad de Konstanz trabaja desde 2017 en la integración de estas personas en el sistema de atención psicológica con el proyecto “Tratamiento psicoterapéutico coordinado con mentores de salud” (KOBEG). El 8 de mayo de 2025, KOBEG recibió el Premio de Integración del estado federado de Baden-Württemberg, lo que subraya la relevancia y el éxito del proyecto. El premio fue entregado en el Kursaal de Bad Cannstatt por el ministro de Asuntos Sociales y de Integración, Manne Lucha, y KOBEG obtuvo el segundo puesto en la categoría "Sociedad civil", entre 236 candidaturas presentadas. Este premio reconoce los esfuerzos para mejorar el acceso de los refugiados al tratamiento psicológico.
El proyecto KOBEG tiene como objetivo superar las barreras de acceso al sistema sanitario. Trabaja en estrecha colaboración con una red de patrocinadores sanitarios de origen inmigrante, así como con especialistas como psicólogos y terapeutas. La coordinadora del proyecto, Lea Bogatzki, destaca que la red trabaja en diferentes niveles para facilitar el acceso. El codirector del proyecto, Michael Odenwald, destaca la evaluación continua del proyecto para optimizar aún más la atención. La financiación proviene del Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) de la UE.
Salud mental de los refugiados
Los desafíos que enfrenta la salud mental de los refugiados son importantes. Los estudios actuales muestran una alta prevalencia de enfermedades mentales, en las que las experiencias traumáticas desempeñan un papel crucial. Por ejemplo, un estudio encontró que más del 87% de los refugiados encuestados habían experimentado eventos traumatizantes y más del 40% mostraba signos de enfermedad depresiva. Estos resultados son consistentes con estudios internacionales que demuestran prevalencias similares de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Según un metaanálisis, la prevalencia del trastorno de estrés postraumático y los trastornos depresivos ronda el 30%.
Los refugiados de regiones en conflicto como Afganistán, Siria e Irak se ven especialmente afectados. Un estudio encontró que el riesgo de trastorno de estrés postraumático en mujeres refugiadas mayores de 35 años llega al 56%, y las mujeres de Siria e Irak también se ven afectadas de manera desproporcionada. A pesar de padecer enfermedades crónicas más raras, estas personas valoran subjetivamente su salud peor que la población residente en Alemania. Las condiciones de vida en los centros de acogida con espacio limitado e incertidumbre sobre el futuro también tienen un impacto negativo en su salud mental.
El sistema de suministro
A pesar del creciente número de refugiados con discapacidad mental, sólo existen unos pocos hallazgos empíricos fiables sobre la salud mental de este grupo. Instituciones como las compañías de seguros de salud y el Panel Socioeconómico (SOEP) han recopilado datos, pero la brecha en el sistema de atención sigue siendo grande. Un análisis también muestra que los refugiados traumatizados suelen tener el doble de probabilidades de sufrir dolencias físicas. Para abordar estos déficits, es crucial establecer un sistema eficaz de atención psicoterapéutica.
Por ello, el trabajo de la Universidad de Konstanz, especialmente el proyecto KOBEG, es de enorme importancia. Podrían servir como modelo para otras iniciativas para apoyar de manera sostenible la salud mental de los refugiados y cerrar las brechas en la oferta de atención actual. Los expertos coinciden en que es urgente dar un espacio al tratamiento psicoterapéutico de los refugiados en la atención sanitaria pública.